Mi primer amor.

Cuando somos chicos y nos enamoramos, creemos que ese amor es para siempre, sobre todo cuando aparece el primer chico a nuestras vidas, ese que un poco mas de experiencia que nosotros tiene, parece como si tuviera todo el campo comprado en el ámbito gay, pero no también es inseguro y tiene miedo como nosotros. Entonces, caemos en la tentación y nos "enamoramos", pero no del todo, es una especie de salvación que nos hace sentir cómodos, el amor es otra cosa.
Pero mientras vivimos nuestras experiencias parece que hemos alcanzado a recorrer el mundo entero, cuando ni siquiera hemos salido de nuestro propio lugar. Creemos ser dueños de la felicidad, pero esto solo es un principio de un dolor de cabeza, pues nuestro príncipe azul se ira y no volverá. Después lo odiaremos un poco, luego no tanto, tal vez repitamos ese procedimiento, hasta que nos damos cuenta que fue un compañero de ruta transitorio. Debemos rescatar lo bueno de esto, aprendimos a que nos pueden querer y podemos querer y que gracias a estas experiencias podrán venir otras mas.

Al fin y al cabo seremos pasajes transitorios de otras vidas.